¿Qué hacer si tu trabajador resulta “Apto con Restricciones” tras un EMO?
Durante un Examen Médico Ocupacional (EMO), uno de los posibles resultados es que el trabajador sea declarado "Apto con Restricciones". Esto significa que puede desempeñar sus funciones, pero bajo ciertas condiciones o limitaciones médicas que deben ser tomadas en cuenta para no poner en riesgo su salud ni la operación.
Este resultado suele generar dudas en el área de Recursos Humanos y Seguridad y Salud en el Trabajo (SST). Por eso, en este artículo explicamos cómo actuar ante este escenario, qué dice la normativa peruana y cómo SEYSO te puede ayudar.
Paso 1: Revisar el informe médico detallado
El EMO debe incluir un informe firmado por un médico ocupacional, donde se indiquen:
Las restricciones específicas (por ejemplo: no cargar peso, no trabajar en altura, no exponerse a ruido, etc.)
La causa médica de dicha restricción
La duración: temporal o permanente
Paso 2: Analizar el puesto de trabajo real
El área de SST debe comparar las restricciones con las exigencias reales del puesto. Para ello se puede utilizar:
Descripción del perfil del puesto
Evaluación IPERC o matriz de riesgos
Revisión con el jefe inmediato o supervisión directa
Paso 3: Adoptar medidas razonables de adaptación
Si las restricciones permiten que el trabajador continúe en el cargo con modificaciones, se pueden implementar:
Limitación de tareas específicas
Adaptación ergonómica
Reasignación temporal
Cambios en el horario o turno
Importante: Esto debe quedar documentado y validado por SST y RR.HH.
Paso 4: Reubicación o desvinculación (en casos extremos)
Si el trabajador no puede continuar en su puesto ni ser reubicado dentro de la empresa, deberá considerarse una desvinculación justificada, siguiendo el art. 23 del TUO del Decreto Legislativo 728 (causal de inhabilidad física o mental permanente).
Esto requiere:
Informe médico detallado
Opiniones técnicas complementarias
Documentación de las acciones previas de adaptación o reubicación
Un resultado de "Apto con Restricciones" no es el final del camino. Es una herramienta para prevenir accidentes, proteger al trabajador y garantizar un entorno laboral seguro y responsable. Actuar con criterio, evidencia y respaldo médico es clave.