Ley N° 29783 explicada para gerentes: lo que debes cumplir sí o sí
La Ley N° 29783, Ley de Seguridad y Salud en el Trabajo, es el marco normativo que establece las obligaciones mínimas que todo empleador debe cumplir para proteger la vida y salud de sus trabajadores. Para los gerentes y directivos, conocer esta ley no es opcional: es una herramienta estratégica y una obligación legal que impacta directamente en la operación de la empresa.
Uno de los pilares fundamentales de esta ley es la implementación de un Sistema de Gestión de Seguridad y Salud en el Trabajo (SG-SST). Este sistema debe estar documentado, ser funcional, y estar orientado a la mejora continua. La alta dirección tiene la responsabilidad de asignar recursos, aprobar políticas de SST y supervisar su cumplimiento.
Además, la ley exige la identificación de peligros, evaluación de riesgos y establecimiento de controles. Esta tarea debe ser constante y debe involucrar a todas las áreas de la empresa. La omisión en esta evaluación puede derivar en sanciones, accidentes y pérdidas operativas.
Otro punto clave es la vigilancia médica ocupacional. La empresa debe realizar exámenes médicos ocupacionales obligatorios según el tipo de actividad económica y el perfil de riesgo del puesto. La Ley 29783 lo especifica como un derecho del trabajador y una obligación del empleador.
La capacitación también es obligatoria. Todo trabajador debe recibir inducción en seguridad antes de iniciar sus funciones, así como capacitaciones periódicas. La alta dirección debe velar por que esto se cumpla y se documente.
Un aspecto muchas veces olvidado es la participación de los trabajadores. La ley promueve la existencia de un Comité de Seguridad y Salud en el Trabajo o un Supervisor, según el número de trabajadores. Este comité debe ser reconocido formalmente y tener funciones activas dentro del sistema de gestión.
Finalmente, el incumplimiento de la ley puede acarrear multas, clausuras y responsabilidades civiles o penales para los representantes legales. Por eso, el gerente no solo debe delegar, sino involucrarse directamente. Una empresa que invierte en seguridad laboral no solo evita sanciones, sino que también mejora su reputación, reduce costos operativos y fortalece su cultura organizacional.